En el contexto del Festival del desarrollo sostenible 2023, el 9 de mayo tuvo lugar el evento en línea “Ballare sul vulcano”. Educazione allo sviluppo sostenibile in prospettiva italo-tedesca. El encuentro formaba parte de la serie de Diálogos ítalo-alemanes para el desarrollo sostenible (Dialoghi italo-tedeschi per lo sviluppo sostenibile) promovidos por platea2030, la Oficina para el diálogo italo-alemán y FUTURAnetwork, en colaboración con la Federación de Asociaciones ítalo-alemanas en Alemania y la iniciativa Oli. Omaggio alla lingua italiana.
DisComPoSE fue elegido como proyecto innovador sobre el tema del “vulcanismo” para presentar nuevos métodos de investigación y enseñanza, así como para subrayar la importancia de la educación en la difusión de la cultura de la sostenibilidad.
El I.P. del proyecto fue invitado a debatir con expertos y representantes de la región las cuestiones relacionadas con la amenaza constante del Vesubio para la vida cotidiana de las personas que viven en sus faldas, los efectos sobre el medio ambiente, la agricultura y el turismo. Domenico Cecere explicó por qué los estudiosos de la historia, la filología, la historia de la lengua y la antropología se interesan por las catástrofes naturales e ilustró la contribución que las ciencias humanas y sociales pueden aportar al estudio de los fenómenos naturales, sus efectos y, eventualmente, la mitigación de estos efectos.
La creciente concienciación sobre los problemas relacionados con el calentamiento global y el cambio climático ofrece motivos suficientes para insistir en la importancia de conocer la dimensión histórica de estos fenómenos con el fin de comprender su evolución en el presente y planificar el futuro. Quienes estudian el pasado, y en particular la Edad Moderna, tienen la suerte de encontrarse con una explosión de testimonios y relatos, pero también poemas, canciones, sermones, oraciones y tratados científicos que intentan reconstruir los acontecimientos calamitosos y aportar una explicación. El grupo DisComPoSE investiga estos textos en archivos y bibliotecas de toda Europa, ya que permiten comprender cómo las sociedades del pasado se vieron afectadas por las catástrofes naturales, cómo las interpretaron y reelaboraron (desde un punto de vista simbólico, religioso, artístico), qué respuestas idearon – tanto desde un punto de vista técnico y arquitectónico como social y político – para gestionar la emergencia, paliar los daños y defenderse de futuras catástrofes.
El análisis de estas fuentes revela la imagen de sociedades que, aunque técnicamente menos equipadas que la nuestra, a veces estaban sorprendentemente bien preparadas para afrontar y gestionar la incertidumbre, el riesgo y las emergencias, puesto que a menudo conservaban, cultivaban y transmitían la memoria de los acontecimientos traumáticos.
Esta capacidad de las sociedades del pasado contrasta llamativamente con la escasa, superficial o puramente ocasional atención que se presta a las cuestiones del riesgo medioambiental y su prevención en el debate público actual. De hecho, con cada nueva emergencia nos enfrentamos a dos actitudes: el fatalismo por un lado y la propensión a las soluciones de emergencia por otro.
En este sentido, la preservación y elaboración de las memorias de catástrofes pasadas pueden desempeñar un papel fundamental, ya que contribuyen a superar la lógica de la excepcionalidad y a aumentar la conciencia de que determinados riesgos son inherentes a un territorio, y de que las sociedades e instituciones que lo habitan deben hacerles frente para reducir su propia vulnerabilidad y exposición.
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